1 de marzo de 2007

Cae la producción de Yanacocha, pero… Parte I

Cae la producción de Yanacocha, pero, paradójicamente, se incrementan las ganancias de los dueños. (I)

Por P. Marco Arana Zegarra
GRUFIDES
Ya el 27 de setiembre del 2006, altos funcionarios de Newmont habían informado a la agencia de noticias Associated Press que sus ventas de oro comenzarían a descender a partir del año 2007 debido a los problemas que la empresa enfrenta en sus minas en Uzbekistán y Ghana y que sus nuevos proyectos mineros en Nevada, Ghana y Australia aún no estaban listos para su mayor producción (y no debido a los “ambientalistas rabiosos o ecoterroristas” de las pesadillas de Morel y Valdez).
No obstante, Wayne Murdy principal vocero de la segunda empresa productora de oro del mundo dijo el jueves 22 de febrero 2007 que “sus ganancias crecieron más del triple en el cuarto trimestre (2006), debido a una fuerte alza del precio del oro”.[1] Dicho en otras palabras, aunque las ventas proyectadas de la empresa caerán el 2007 en que se espera producir entre 5,2 a 5,6 millones de onzas, lo cual está por debajo de las 5,87 millones de onzas de oro producidas en el 2006, sin embargo las ganancias de Newmont seguirán creciendo debido a los altos precios del oro en el mercado mundial.
La leve caída de la producción de oro en las minas que Newmont tiene en el mundo, no significará pérdidas para la empresa en el año 2007. Los altos precios del oro provocan la paradoja de una caída de producción con incremento de ganancias, un tipo de fenómeno económico mundial que es cíclico en esta industria.
Hay que desenmascarar la campaña mediática que pinta un cuadro apocalíptico en torno a la proyectada caída de la producción de Yanacocha. Esta campaña que ha sido acogida (ingenua o interesadamente) en diversos medios de prensa sobre el apocalipsis que generará la caída de la producción de Yanacocha: “desempleo, pérdida del canon minero, cierre del Quinde, quiebra de las empresas de taxis, restaurantes, etc.”[2] omite deliberadamente dar información sobre el increíble aumento de las ganancias de Newmont y por tanto de Yanacocha en estos últimos tres años, ya que esta empresa produjo por si sola en el 2006 la friolera de 3.333,088 millones de onzas de oro de un total de las 5.87 millones de onzas que produjo Newmont a nivel mundial (por esto es que Yanacocha es denominada por Newmont como la “joya de la corona”.)
Más allá de esta campaña hábilmente montada por el equipo de comunicaciones de Yanacocha (Toronja Comunicaciones, Mauricio Aguirre, Julio Calderón, liderados por Ricardo Morel) lo que hay que hacer es abrir un debate serio sobre el rol que la minería podría jugar en el desarrollo regional. Nuestro gobierno regional puede tomar la iniciativa e impulsar un foro público ciudadano para ver la manera cómo el gobierno nacional puede cumplir con su promesa electoral de revisar los contratos con las empresas mineras, cobrar las regalías, establecer mecanismos para el cobro de impuestos a las sobreganancias mineras, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mineros, fiscalizar ambientalmente de modo independiente y creíble, etc. Asimismo, evaluar cuánto representaría para la región en beneficios económicos el inicio de operaciones de Gold Fields lo que bien puede ayudar a mitigar la inevitable caída de producción de Yanacocha debido al crecimiento vertiginoso que tuvo esta empresa minera en pocos años (en otras palabras, si no hubiera agotado sus reservas, como lo ha hecho, la producción se habría sostenido un periodo más en el tiempo).
En lo que toca a la campaña mediática local para generar pánico en las autoridades locales y regionales, y los trabajadores mineros; lo que hay que decir es que es oportuno en este momento (en que los precios del oro están altísimos) poder llegar a acuerdos entre los diversos niveles de gobierno y Yanacocha para que además de crear un seguro ambiental para cuando la minera termine sus operaciones, también se acuerde con el sindicato de trabajadores de Yanacocha la creación de un seguro laboral que permita la reconversión laboral de sus trabajadores o se los apoye mejorando sus capacidades para que puedan emplearse en las otras minas que la corporación tiene en el mundo (aprendizaje de otros idiomas, programas de capacitación diversificada, etc.) También nunca fue más urgente tomar decisiones adecuadas sobre el buen uso del canon minero de manera tal que pueda promoverse el desarrollo de actividades económicas verdaderamente sostenibles.
De otro modo, las inmensas riquezas producidas en Cajamarca por Newmont, Buenaventura y el Banco Mundial solo servirán para hacer crecer las arcas de los dueños de Yanacocha precisamente porque no se tomaron en serio la remediación de los daños ambientales que han causado y no generaron beneficios económicos y sociales significativos para las poblaciones locales.
Mientras tanto, a los incautos o personas de buena voluntad se les querrá hacer creer que Cajamarca, sin Yanacocha, no tiene futuro alguno (¡!), olvidando que en la región existen múltiples oportunidades de desarrollo sostenible (ganadería, silvopasturas, ecoturismo, agroindustria entre otras); incluidas posiblemente actividades de otras empresas mineras que, de someterse a la observancia transparente de las reglas y renunciar a conductas corporativas mafiosas como las de Yanacocha (cooptación de instituciones, corrupción de funcionarios, operativos de espionaje contra líderes ambientalistas, etc.) podrían ayudar a reescribir una historia de bienestar para Cajamarca.

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[1] http://lta.today.reuters.com/news
[2] Ver artículo de Marcos Valdez Cadenillas. Cajamarca y el Fantasma del Desempleo. Febrero 2007. Está en nuestra entrada "Monumento a la estupidez..."

Ver también el artículo Lagrimas de felipillo, publicado en Espina de Maram.

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