Yanacocha está destruyendo y modificando
las fuentes naturales de agua
las fuentes naturales de agua
Por Patricia Rojas
GRUFIDES
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Hay quienes sostienen en nuestro medio que la minería es generadora de agua porque plantea represar el agua de lluvia para que ésta no se pierda por escorrentía hacia los cursos naturales de agua que van hacia el mar. Pero lo que no dicen es que la minería en cabecera de cuencas, como es el caso de Yanacocha en Cajamarca destruye las fuentes naturales de agua y modifica el régimen natural de las aguas subterráneas y superficiales.
La minería obstruye o degrada el ciclo hidrológico del agua al interrumpir la circulación natural del recurso hídrico. Minera Yanacocha, debido a la magnitud de sus operaciones, es considerada la mina más grande de Latinoamérica y la segunda en el mundo. Esta empresa está removiendo más de 600 mil toneladas de suelo al día en la cabecera de cuatro importantes cuencas, destruyendo montañas y creando inmensas pirámides truncas llamadas canchas de lixiviación así como construyendo varios botaderos de desmonte.
Este tipo de minería tiene como una de sus principales víctimas el agua, ya que por ejemplo, el agua de lluvia que antes se infiltraba hacia los acuíferos, al no encontrar la cobertura del suelo que favorecía su retención y, por lo tanto, su infiltración, ahora discurre, cargada de sedimentos, hacia los ríos y quebradas circundantes favoreciendo de esta manera la pérdida del recurso en las corrientes superficiales de agua que van hacia el mar. Además para agravar el problema, la recarga del acuífero es también afectada porque las canchas de lixiviación, que debido a su extensa área impermeabilizada, retiene el agua de lluvia evitando su infiltración natural, ya que las rupturas que estas canchas sufren dejan solo pasar pequeñas cantidades de aguas altamente contaminadas.
El bombeo de aguas subterráneas es otra forma de interrumpir el ciclo hidrológico del agua, nadie sabe exactamente cuánta cantidad de agua está bombeando Yanacocha, pero son conocidos algunos de los permisos que el Ministerio de Agricultura otorgó a la minera para extraer agua del subsuelo y abastecer a los ríos, quebradas y canales de riego que debido a las operaciones mineras, se quedaron sin este vital recurso. Entonces, ¿el Ministerio de Agricultura, puede asegurar que Yanacocha no extrae más agua de la que está autorizada?, ¿la ha supervisado alguna vez?, ¿Yanacocha está pagando por el agua qué extrae?
Asimismo, la minería de tajo abierto está destruyendo aceleradamente nuestras fuentes naturales de agua. El Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto La Quinua preveía que la quebrada Callejón y Tres Molinos desaparecerían con la actividad minera. El estudio hidrológico de Stratus Consulting sostiene que: “Las operaciones de explotación minera han causado una disminución mayor del 10% de la cantidad de agua en Quebrada Encajón, Río San José, Quebrada Chaquicocha, Quebrada Arnacocha, Río Colorado, y los tributarios superiores a Río Tinte. Los botaderos de desmonte, las canchas de lixiviación y el terreno descubierto en las cabeceras de estos ríos, cambia el camino de los flujos de agua en estas corrientes…”
Este grave problema que ha generado la minería en Cajamarca, ha sido refrendado por varios estudios técnicos que se han hecho en Cajamarca. Estos estudios concuerdan que lo más crítico de las operaciones mineras, ambientalmente hablando, es que ésta se desarrolla donde nacen las aguas que abastecen a la ciudad de Cajamarca y unas treinta comunidades campesinas.
Ahora, con el fin de mantener el nivel de su producción, Yanacocha pretende duplicar el tamaño de sus operaciones sobre las cabeceras de las cuencas de los distritos de Cajamarca, Baños del Inca y La Encañada, además de explotar yacimientos con baja ley (los yacimientos de Yanacocha ya explotados o que están en explotación tienen una ley promedio de 01 gr/ton de roca, ahora se pretende explotar yacimientos de hasta 0.5 gr/ton, es decir, Yanacocha necesitará remover el doble de suelo para extraer un gramo de oro y, por tanto, necesitará utilizar el doble de agua para lixiviar). Con esta ampliación de sus operaciones, las preguntas que debemos hacernos, para no ser víctimas de una publicidad mentirosa son: ¿cuántas otras fuentes de agua natural se verán afectadas como lo fue la Laguna Yanacocha que fue drenada para extraer el oro que había allí?, ¿cuántos otros canales de riego tendrán que recibir agua de bombeo como lo están los canales: Encajón-Collatán, Quishuar-Collotán, Yanacocha-Llagamarca y San Martín Túpac Amaru?, y ¿a cuántas otras familias campesinas dejará sin agua Yanacocha en su afán de seguir creciendo ante la inacción de nuestras autoridades?
Estas son algunas de las preguntas que nuestras autoridades debieran responder con sensatez antes de seguir permitiendo el crecimiento de Yanacocha en las cabeceras de cuenca. De otro modo, ¿de qué servirán los magros beneficios del canon minero si nos quedamos sin nuestras fuentes naturales de agua?
La minería obstruye o degrada el ciclo hidrológico del agua al interrumpir la circulación natural del recurso hídrico. Minera Yanacocha, debido a la magnitud de sus operaciones, es considerada la mina más grande de Latinoamérica y la segunda en el mundo. Esta empresa está removiendo más de 600 mil toneladas de suelo al día en la cabecera de cuatro importantes cuencas, destruyendo montañas y creando inmensas pirámides truncas llamadas canchas de lixiviación así como construyendo varios botaderos de desmonte.
Este tipo de minería tiene como una de sus principales víctimas el agua, ya que por ejemplo, el agua de lluvia que antes se infiltraba hacia los acuíferos, al no encontrar la cobertura del suelo que favorecía su retención y, por lo tanto, su infiltración, ahora discurre, cargada de sedimentos, hacia los ríos y quebradas circundantes favoreciendo de esta manera la pérdida del recurso en las corrientes superficiales de agua que van hacia el mar. Además para agravar el problema, la recarga del acuífero es también afectada porque las canchas de lixiviación, que debido a su extensa área impermeabilizada, retiene el agua de lluvia evitando su infiltración natural, ya que las rupturas que estas canchas sufren dejan solo pasar pequeñas cantidades de aguas altamente contaminadas.
El bombeo de aguas subterráneas es otra forma de interrumpir el ciclo hidrológico del agua, nadie sabe exactamente cuánta cantidad de agua está bombeando Yanacocha, pero son conocidos algunos de los permisos que el Ministerio de Agricultura otorgó a la minera para extraer agua del subsuelo y abastecer a los ríos, quebradas y canales de riego que debido a las operaciones mineras, se quedaron sin este vital recurso. Entonces, ¿el Ministerio de Agricultura, puede asegurar que Yanacocha no extrae más agua de la que está autorizada?, ¿la ha supervisado alguna vez?, ¿Yanacocha está pagando por el agua qué extrae?
Asimismo, la minería de tajo abierto está destruyendo aceleradamente nuestras fuentes naturales de agua. El Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto La Quinua preveía que la quebrada Callejón y Tres Molinos desaparecerían con la actividad minera. El estudio hidrológico de Stratus Consulting sostiene que: “Las operaciones de explotación minera han causado una disminución mayor del 10% de la cantidad de agua en Quebrada Encajón, Río San José, Quebrada Chaquicocha, Quebrada Arnacocha, Río Colorado, y los tributarios superiores a Río Tinte. Los botaderos de desmonte, las canchas de lixiviación y el terreno descubierto en las cabeceras de estos ríos, cambia el camino de los flujos de agua en estas corrientes…”
Este grave problema que ha generado la minería en Cajamarca, ha sido refrendado por varios estudios técnicos que se han hecho en Cajamarca. Estos estudios concuerdan que lo más crítico de las operaciones mineras, ambientalmente hablando, es que ésta se desarrolla donde nacen las aguas que abastecen a la ciudad de Cajamarca y unas treinta comunidades campesinas.
Ahora, con el fin de mantener el nivel de su producción, Yanacocha pretende duplicar el tamaño de sus operaciones sobre las cabeceras de las cuencas de los distritos de Cajamarca, Baños del Inca y La Encañada, además de explotar yacimientos con baja ley (los yacimientos de Yanacocha ya explotados o que están en explotación tienen una ley promedio de 01 gr/ton de roca, ahora se pretende explotar yacimientos de hasta 0.5 gr/ton, es decir, Yanacocha necesitará remover el doble de suelo para extraer un gramo de oro y, por tanto, necesitará utilizar el doble de agua para lixiviar). Con esta ampliación de sus operaciones, las preguntas que debemos hacernos, para no ser víctimas de una publicidad mentirosa son: ¿cuántas otras fuentes de agua natural se verán afectadas como lo fue la Laguna Yanacocha que fue drenada para extraer el oro que había allí?, ¿cuántos otros canales de riego tendrán que recibir agua de bombeo como lo están los canales: Encajón-Collatán, Quishuar-Collotán, Yanacocha-Llagamarca y San Martín Túpac Amaru?, y ¿a cuántas otras familias campesinas dejará sin agua Yanacocha en su afán de seguir creciendo ante la inacción de nuestras autoridades?
Estas son algunas de las preguntas que nuestras autoridades debieran responder con sensatez antes de seguir permitiendo el crecimiento de Yanacocha en las cabeceras de cuenca. De otro modo, ¿de qué servirán los magros beneficios del canon minero si nos quedamos sin nuestras fuentes naturales de agua?
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