14 de julio de 2014

MINERÍA: Anillos de oro, agua y salud pública

El Dr. Elmer Huerta, eminente médico oncólogo peruano que trabaja en el Washington Hospital Center de la capital de Estados Unidos, Presidente de la Sociedad Americana del Cáncer, y muy conocido en el Perú por su programa radial sabatino que se emite por RPP, cuando estalló el conflicto Conga y cuando se cumplían 8 días del contundente Primer Paro Regional Indefinido contra Minas Conga, sensibilizado por el rechazo de los pueblos al ecocida megaproyecto minero de Yanacocha, publicó el 1 de diciembre del 2011 en su blog Cuida tu salud con el diario El Comercio un detallado artículo sobre la minería aurífera, sus destructores impactos sobre el agua y también sobre la salud pública.  A continuación de esta presentación va el referido artículo y también lo he convertido a formato pdf que va en archivo adjunto.
Los videos del programa Frontline a los que se refiere el Dr. Huerta son La Maldición del Oro Inca (partes 1, 2 y 3), que muestran cómo el ultracorrupto Vladimiro Montesinos intervino en el corrupto Poder Judicial para que éste favoreciera a la Newmont Mining Corporation; los puede ver al final del artículo del Dr. Elmer Huerta, abriendo previamente el enlace o link con el diario El Comercio. 
Wilder Sánchez / 14.7.2014


EL ORO DE SU ANILLO Y LA SALUD PÚBLICA

Por el Dr. Elmer Huerta
Viendo y escuchando a la distancia el levantamiento comunitario en Cajamarca, me nació la curiosidad de leer acerca del modo en que funcionan las minas de oro y su impacto sobre la salud pública en el área geográfica en que operan. La verdad es que he aprendido muchas cosas, y este post tiene como objetivo compartir algunos de esos conceptos con ustedes.
Quiero aclarar que cuando digo que “veo y escucho a la distancia” es porque yo vivo en Washington DC, y para fines prácticos, estoy convencido de que aquellos que viven en Lima o en cualquier otro lugar del Perú que no sea cercano a las minas de Yanacocha, también están “viendo y escuchando” de esas manifestaciones a la distancia.
En la época de los Incas, el oro se encontraba en lugares en los que el preciado mineral estaba en enormes filones superficiales, prácticamente a la vista de los que lo buscaban, o se encontraba en forma de enormes pepitas a orillas de los ríos.
Don Raúl Porras Barrenechea escribe en su ensayo Oro y Leyenda del Perú: “el cronista oficial Pedro Sancho habla, en 1534, de las minas de Huayna Cápac en el Collao, que entran cuarenta brazas en la tierra, las que estaban custodiadas por guardas del Inca”.
En otro pasaje relata que “América precolombina desconoció el hierro, pero tuvo el oro... En toda América hubo, en la época lítica y premetalúrgica, oro nativo o puro que no necesitaba fundirse ni beneficiarse con azogue, en polvo o en pepitas o granos que se recogían en los lavaderos de los ríos o en las acequias; pero se desconoció, por lo general, el arte de beneficiar las minas. "La mayor cantidad que se saca de oro en toda la América –dice el Padre Cobo– es de lavaderos".
Pero esa maravilla natural se acabó hace mucho tiempo, los colonizadores españoles arrasaron con todas esas minas “a flor de piel” y explotaron además decenas de minas de oro, contaminando comunidades enteras con el mercurio (azogue) que se usaba sin ningún control.
En la actualidad, el oro se encuentra como un polvillo invisible, escondido y mezclado con muchos otros minerales en la tierra.
Para extraer ese polvillo invisible de oro en cantidades suficientes para que usted se pueda comprar un anillo o una cadenita de oro, se necesita excavar, remover y procesar toneladas y toneladas de tierra y minerales y usar miles y miles de galones de agua del subsuelo.
Se calcula que para obtener el oro necesario para hacer un aro de matrimonio, se tienen que procesar 2,8 toneladas (2.800 kilos) de tierra y minerales…
El problema que tienen los mineros es entonces cómo hacer para obtener y procesar toda esa tierra y minerales en la que se encuentra el oro.
Existen dos métodos:

1. Hacer enormes y profundos túneles debajo de la tierra (socavones) y sacar la tierra en trencitos (o como se hacía antes, a lomo humano con esclavos o indígenas)
2. Colocar poderosos explosivos en la profundidad y provocar gigantescas explosiones para ablandar y exponer la tierra y los minerales y luego fabricar un sistema de carreteras que lleve esa tierra desde el fondo de esos enormes huecos a la superficie, a las plantas procesadoras.

El primer método es muy caro, peligroso y casi no se usa. El segundo es el preferido en la minería moderna.
Una vez extraída de la profundidad, esa tierra es químicamente procesada para extraer el oro que contiene, y es aquí en donde empieza el problema con la salud pública… no hay mejor sustancia química para extraer el oro de esa tierra que el cianuro, uno de los venenos más potentes que existen en la naturaleza.
Sin llegar a los detalles técnicos, el proceso de obtención del oro implica mezclar esas toneladas de tierra que se obtuvieron de las explosiones con agua y cianuro (¿se imaginan las enormes cantidades de barro venenoso que se producen?). En este proceso, el cianuro se pega al polvillo de oro, por lo que luego hay que separarlos usando otros materiales químicos.
Gracias a esos otros químicos, el oro puro es separado del cianuro y es luego purificado en otros pasos. El producto final son esos famosos lingotes de oro puro que a veces vemos en la televisión.
El problema es que este tipo de procedimiento de extracción del oro es muy pero muy poco eficiente. Hay necesidad de procesar toneladas y toneladas de tierra para poder sacar un poco de oro.
Dependiendo de la fuente, y me he dado cuenta que en este asunto de la minería del oro las opiniones son muy encontradas y las pasiones muy fuertes, no se a quién creerle en el cálculo de cuánta tierra hay que procesar para obtener un gramo de oro.
Este sitio (de la industria química del cianuro) dice que hay que procesar una tonelada de tierra para obtener 10 gramos de oro.
Este otro sitio nos dice que para hacer un anillo de matrimonio se necesita procesar 2,8 toneladas, mientras que este otro sitio (auspiciado por un grupo que dice que el oro es “suciamente obtenido”) dice que en la obtención del oro que se necesita para fabricar un anillo, se generan 20 toneladas de materiales de desperdicio.
Creo que los números van por ahí porque todos hablan de toneladas, tanto de tierra por procesar como de desperdicios contaminados, y esto nos lleva nuevamente al asunto de la salud pública.
¿Qué hacen las minas con todas esas toneladas de barro mezclado con cianuro y otros químicos? ¿Cómo la procesan? ¿Cuánto tiempo duran en el medio ambiente esos residuos? ¿Hay peligro de que esos químicos almacenados en grandes lagunas se filtren al subsuelo y contaminen las fuentes de agua? ¿Pueden producirse evaporaciones de materiales tóxicos al aire cercano?, ¿Pueden esos vapores tóxicos viajar a lugares más lejanos? ¿Qué cambios ambientales se producen al hacer esas enormes excavaciones y cómo se afecta la salud de humanos, plantas y animales?
Obviamente los Estudios de Impacto Ambiental hechos por la industria de la minería ponen siempre las cosas de color de rosa, pero la experiencia indica que en cada mina se han producido siempre accidentes que han ocasionado severos daños al medio ambiente y que han amenazado la salud de los pobladores de lugares aledaños. En 1998 se produjo un derrame de aguas con cianuro en una mina de propiedad canadiense en Kirguistán y miles de personas río abajo tuvieron que ser evacuadas. Para una lista más amplia de accidentes por contaminación visite este sitio.
Se sabe por ejemplo que la industria minera canadiense genera un millón de toneladas de rocas de desperdicio y 950.000 toneladas de barro por día, lo cual produce 650 millones de toneladas de residuos por año, calculándose que esa es la principal causa de polución del medio ambiente por metales en la Columbia Británica.
Al respecto, se han documentado cuatro tipos de problemas en el agua por la minería: drenaje de ácidos, contaminación por metales pesados (plomo, cadmio, arsénico, cobalto, cobre y zinc entre otros), polución por los químicos agregados para separar el oro y erosión y sedimentación de partículas.
Lamentablemente no hemos encontrado documentación específica sobre enfermedades causadas por la contaminación del medio ambiente en los pobladores cercanos a las minas. Quizás esto sea porque casi no existen poblados cercanos a las minas. Las minas están ubicadas en lugares inhóspitos, muy poco poblados. Obviamente, las comunidades tienen muchos casos anecdóticos de enfermedades entre sus pobladores, casos que lamentablemente no han sido sistemáticamente estudiados. Interesantemente, los principales problemas de salud se presentan entre los trabajadores de las minas, que tienen menor expectativa de vida y altos índices de infección por el virus VIH.

El segundo gran problema con la minería del oro: el consumo de agua

Y así como dijimos que la extracción del oro es muy ineficiente y que se necesitan procesar toneladas y toneladas de tierra para obtener un poco de oro, hay otro enorme problema de salud pública con este método de minería: la gigantesca cantidad de agua que se necesita para mezclar las toneladas de tierra con el cianuro. Al respecto, se ha dicho que el agua es la principal víctima de la minería, y eso porque el agua de la mina debe obtenerse del subsuelo, y se ha documentado que esa enorme extracción de agua puede mermar la disponibilidad del líquido elemento en zonas aledañas.
Ciertas minas en el noreste del estado de Nevada, por ejemplo, bombearon 580 mil millones de galones de agua del subsuelo entre 1986 y el 2001. Esa cantidad de agua es suficiente para alimentar a toda la ciudad de Nueva York durante un año.
Se calcula que la minería del oro en el estado de Nevada usa más agua que toda la gente del estado y que el agua del subsuelo ha disminuido en más de 300 metros. Una de esas minas consume 100 millones de galones de agua por día, lo cual es más agua de la que consume diariamente la ciudad de Austin en el estado de Texas.
Este problema con el agua origina entonces preguntas con respecto al agua de las zonas aledañas a las minas de Yanacocha en Cajamarca. ¿Se afectarán las cabeceras de agua? ¿Se podrá contaminar el agua de los pueblos río abajo? ¿Disminuirá el agua en los pueblos río abajo?
En resumen, la minería del oro es una de las actividades humanas más destructoras del medio ambiente, especialmente sobre las fuentes de agua, pero se sigue haciendo porque genera una enorme cantidad de riqueza, tanto para los dueños de las minas como para las regiones geográficas que lo permiten.
La extracción del oro permite además que los seres humanos luzcan orgullosamente sus joyas de oro (80% del oro del mundo se usa en joyería) y que los gobiernos mantengan el valor de sus reservas económicas (Hugo Chávez acaba de movilizar sus reservas de oro…).
Así es que la próxima vez que mire su anillo de oro, piense que se necesitaron procesar casi 3 toneladas de tierra y miles de galones de agua para satisfacer su vanidad.

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Y si usted tiene la curiosidad de explorar un ejemplo de la relación entre política y minería en el Perú, le recomiendo estos videos. Son del programa Frontline, uno de los programas mas serios de la Televisión Pública de Estados Unidos (PBS). Fueron emitidos en octubre del año 2005.

EL COMERCIO: http://elcomercio.pe/blog/cuidatusalud/2011/12/el-oro-de-su-anillo-y-la-salud


Elmer Huerta

El Dr. Elmer Huerta tiene una obsesión: traducir para las grandes mayorías la complicada y críptica información médica, expresándola en términos sencillos y que sean de utilidad para el público. Su misión es impulsar la medicina preventiva, recordando siempre que el truco de una vida plena es llegar a viejo lo más joven posible. Con más de 20 años de trabajo médico y cuatro especialidades, el Dr Huerta ve pacientes en el Washington Hospital Center en Washington DC, tiene tres programas diarios de radio y tres programas de televisión semanales; escribe para revistas y periódicos y se las ingenia para mantener una pagina en Internet. Es además investigador de cáncer y acaba de ser elegido Presidente de la Sociedad Americana del Cáncer, siendo el primer latino en llegar a esa posición en 95 años de historia de esa prestigiosa organización. Este blog será el resumen de un articulo médico extraído de las principales revistas de medicina. Para aquellos curiosos (y para los colegas), se proporcionará siempre la fuente bibliográfica original. Ocasionalmente, el Dr. Huerta escribirá acerca de temas puntuales relativos al acontecer médico nacional. Ah, el Dr. Huerta es fanático del fútbol y está al tanto de las principales ligas del mundo.


EL COMERCIO: http://elcomercio.pe/blog/cuidatusalud/2011/12/el-oro-de-su-anillo-y-la-salud

13 de julio de 2014

ALERTA: Cajamarquinos están siendo envenenados

CAJAMARCA: ALIMENTOS CON METALES PESADOS

Por Wilder Sánchez
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Nacional de Cajamarca ha revelado que los pobladores de once  comunidades o caseríos ubicados en las cercanías a los yacimientos de Minera Yanacocha (Quishuar Corral, Quilish, Cince Las Vizcachas, Tual, La Apalina, Hualipampa Baja, La Ramada, Manzanas Alto, Porcón Bajo, Combayo-La Florida y Huambocancha) están consumiendo agua y alimentos con metales pesados (cadmio, arsénico y plomo, en este caso), cuyas concentraciones exceden los límites máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).  Las muestras de alimentos fueron recogidas en La Pajuela, Tual, La Ramada, Porcón Bajo y en la ciudad de Cajamarca (en el caso del arroz).  Entérese con un poco más de detalle del estudio realizado leyendo un artículo de David Castro publicado en su blog Expresión Genética que sale en la página web del diario El Comercio de Lima (edición del jueves 10 de julio), en donde el bloguero presenta una síntesis de la metodología y de los resultados del estudio.
Se inserta a continuación el artículo “Metales pesados en dieta de poblaciones rurales de Cajamarca” y también los resúmenes o abstract de los artículos científicos relacionados y citados en el artículo de David Castro.

12.7.2014

Metales pesados en dieta de poblaciones rurales en Cajamarca

Por David Castro
Por más formal que sea una mina, es muy difícil controlar el impacto que genera sobre el ambiente, los ecosistemas y las comunidades que viven cerca a sus instalaciones. La idea es reducir al mínimos esos impactos, a través del cumplimiento de normas y estándares internacionales, para poder maximizar los beneficios. 

Mina a tajo abierto, muy comunes en el país. Vista panorámica de la Minera Yanacocha en Cajamarca. Fuentes: Wikipedia, Wikimedia Commons.
A 40 kilómetros de la ciudad de Cajamarca se encuentra la mina de oro más grande de Sudamérica (ya saben a cual me refiero). Esta minera cuenta con dos diques, uno en el Río Grande y otro en el Río Rejo, los cuales fueron construidos originalmente para controlar los sedimentos producidos por los relaves de la mina. Actualmente, los diques sirven como reservorios de agua para las temporadas secas, permitiendo regar los campos de cultivo de la zona.
Existen evidencias [aquí y aquí] de que los ríos cercanos a la mina —que, a su vez, son afluentes de otros ríos más importantes como el Jequetepeque— presentan niveles elevados de ciertos metales pesados como el cadmio (Cd), arsénico (As) y plomo (Pb), los cuales podrían acumularse en los productos alimenticios de la zona y poner en riesgo la salud de los pobladores. El problema es que nadie ha estimado ese riesgo.
Fue así que un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona (España) y la Universidad Nacional de Cajamarca, liderados por la Dra. Marta Barenys, fueron en busca de la información necesaria para poder estimarlo.
El primer paso fue determinar cuál era la dieta básica de estas personas. Este es un dato muy importante porque en función a lo que comen uno puede estimar el riesgo de estar expuestos a determinados compuestos tóxicos. No es lo mismo la dieta de un amazónico (rica en pescado) que de un andino (rica en granos y tubérculos). Los peces acumulan más mercurio que las papas, por lo que los amazónicos estarán más expuestos a este elemento dependiendo del nivel de contaminación de los ríos.
Los investigadores seleccionaron once comunidades ubicadas entre la mina y la ciudad de Cajamarca [ver los puntos negros (•) en la figura]. En cada comunidad entrevistaron a unos cuantos pobladores con el fin de determinar detalladamente qué es lo que comían y en qué cantidades. Incluso calcularon la proporción de cada ingrediente —a partir de las recetas locales— para determinar su contribución en la dieta total.

Zonas de muestreo. Puntos negros (•): Encuestas sobre dieta. Puntos blancos (ο): Colecta de muestras de agua y alimentos.
En total se entrevistaron a 36 individuos (28 hombres y 8 mujeres). El bajo número de encuestados —especialmente de mujeres— se debe a la desconfianza de los pobladores hacia los investigadores y porque son los hombres quienes actúan como mediadores entre la familia o la comunidad con el mundo exterior.
El siguiente paso fue colectar muestras de agua y alimentos en cuatro puntos diferentes [ver los puntos blancos (ο) del mapa], de acuerdo a la composición de la dieta básica de los pobladores locales [ver la Tabla]. Para aquellos productos que no son propios de la zona, por ejemplo, el arroz y ciertos vegetales, las muestras fueron colectadas de un mercado de la ciudad de Cajamarca. Un total de 145 muestras (130 de alimentos y 15 de agua) fueron enviadas al laboratorio de toxicología de la Universidad de Barcelona para su análisis.
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Productos más consumidos en las comunidades cercanas a la mina comparados con los datos del INEI.
Una vez determinada la concentración de metales pesados en las muestras de agua y alimentos, y de acuerdo a la cantidad consumida de estos productos en gramos por día [ver la tabla], Barenys y su equipo observaron que los niveles de cadmio, arsénico y plomo que ingerían los pobladores locales diariamente excedían los límites establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados fueron publicados la semana pasada en Food and Chemical Toxicology.
La principal fuente de arsénico fue el agua y el arroz alcanzando niveles de consumo diario promedio de 0,5 μg/Kg, cuando la EFSA establece que entre 0,3 y 8 μg/Kg hay riesgo de lesiones de piel y cáncer en humanos. También se determinó que las poblaciones que viven más cerca a la mina están más expuestas al arsénico a través del agua.
Respecto al cadmio, los principales contribuidores son las papas y el arroz. Los investigadores estimaron un consumo diario de 0,36 a 0,42 μg/Kg, cuando el límite establecido es de 0,35 μg/Kg diarios (2,5 μg/Kg por semana, según la EFSA). En este caso, no hay diferencia si la población se encuentra más cerca o lejos de la mina ya que el arroz se compra en el mercado de la cuidad de Cajamarca. Los investigadores no lograron determinar de donde viene el arroz, aunque lo más probable es que sea del valle del Río Jequetepeque, que está más cerca a la zona. Respecto a la papa, el tubérculo es producido en la misma zona por lo que la presencia de cadmio se puede deber al agua con la que se riega.
En cuanto al plomo, la principal fuente de exposición fue el agua, por lo que las poblaciones más cercanas a la mina presentaron niveles de consumo diario mayores —de 1,5 a 1,9 μg/Kg. Según la EFSA, los niveles superiores a 0,63 μg/Kg y 1,5 μg/Kg diarios aumenta el riesgo de toxicidad renal y problemas cardiovasculares, respectivamente.
Si bien es cierto el número de participantes que formaron parte del estudio no es muy grande y estuvo compuesto principalmente por varones jóvenes (de 12 a 17 años), los resultados son importantes para poder establecer medidas que permitan reducir el riesgo al que están expuestos las comunidades rurales que habitan cerca a las instalaciones mineras.
También es importante establecer normas, estándares o niveles máximos permisibles de metales pesados en el agua basado en evidencias y de acuerdo a los patrones alimenticios y la dieta de cada región, porque dependerá de ella el nivel de exposición a determinados compuestos nocivos para la salud.

Referencia:

Barenys, M., et al. Heavy metal and metalloids intake risk assessment in the diet of a rural population living near a gold mine in the Peruvian Andes (Cajamarca). Food Chem. Toxicol. (2014), DOI: 10.1016/j.fct.2014.06.018

EL COMERCIO: 
http://elcomercio.pe/blog/expresiongenetica/2014/07/metales-pesados-dieta-cajamarca?ref=nota_ciencias&ft=contenido

The Scientific World Journal

Volume 2012 (2012), Article ID 732519, 12 pages

http://dx.doi.org/10.1100/2012/732519

Research Article

Trace Metal Content of Sediments Close to Mine Sites in the Andean Region
Cristina Yacoub,1 Agustí Pérez-Foguet,2 and Nuria Miralles1,3


1Grup de Recerca en Cooperació i Desenvolupament Humà (GRECDH), Departament d'Enginyeria Química, ETSEIB, Universitat Politècnica de Catalunya, Avenida Diagonal 647, 08028 Barcelona, Spain

2GRECDH-LaCÁN, Departament de Matemàtica Aplicada 3, ETSECCPB, Universitat Politècnica de Catalunya, Jordi Girona 1-3, 08034 Barcelona, Spain

3Departament d'Enginyeria Química, Universitat Politècnica de Catalunya, Avenida Diagonal 647, Edifici H Planta 4a, 08028 Barcelona, Spain

Received 28 October 2011; Accepted 29 November 2011

Academic Editors: T. Brock, G.-C. Fang, and K. Kannan

Copyright © 2012 Cristina Yacoub et al. This is an open access article distributed under the Creative Commons Attribution License, which permits unrestricted use, distribution, and reproduction in any medium, provided the original work is properly cited.

Abstract

This study is a preliminary examination of heavy metal pollution in sediments close to two mine sites in the upper part of the Jequetepeque River Basin, Peru. Sediment concentrations of Al, As, Cd, Cu, Cr, Fe, Hg, Ni, Pb, Sb, Sn, and Zn were analyzed. A comparative study of the trace metal content of sediments shows that the highest concentrations are found at the closest points to the mine sites in both cases. The sediment quality analysis was performed using the threshold effect level of the Canadian guidelines (TEL). The sediment samples analyzed show that potential ecological risk is caused frequently at both sites by As, Cd, Cu, Hg, Pb, and Zn. The long-term influence of sediment metals in the environment is also assessed by sequential extraction scheme analysis (SES). The availability of metals in sediments is assessed, and it is considered a significant threat to the environment for As, Cd, and Sb close to one mine site and Cr and Hg close to the other mine site. Statistical analysis of sediment samples provides a characterization of both subbasins, showing low concentrations of a specific set of metals and identifies the main characteristics of the different pollution sources. A tentative relationship between pollution sources and possible ecological risk is established.

EN: http://www.hindawi.com/journals/tswj/2012/732519/abs/


Spatial and temporal trace metal distribution of a Peruvian basin: recognizing trace metal sources and assessing the potential risk.

Yacoub C1, Blazquez N, Pérez-Foguet A, Miralles N.

Abstract

Recent efforts have been made to determine the environmental impact of mining over the past 11 years in the Jequetepeque River basin, in northern Peru. We have now analyzed data from two studies to elucidate the spatial and temporal trace metal distributions and to assess the sources of contamination. These two studies were carried out from 2003 to 2008 by a Peruvian government administration and from 2008 to 2010 by us. We analyzed 249 samples by principal component analysis, measuring: pH, electrical conductivity, total dissolved solids, total suspended solids, chloride, weak-acid-dissociable cyanide, total cyanide, nitrite and nitrate, ammonium, sulfate, and trace metals and metalloids (Al, As, Ca, Cd, Cu, Cr, Fe, Mg, Mn, Ni, Pb, and Zn). Within the spatial distribution of the basin, the highest Al, As, Cu, Fe, Ni, and Pb concentrations were found at the closest point to the mine sites for both periods of time, with the higher peaks measured during the first years of the sampling data. Temporal trends showed higher concentrations of Cu and Fe in samples taken before 2005, at which point the two mines were closed. Risk assessment was quantified by the hazard quotient as related to water ingestion. The risk for human health posed by the concentrations of several trace metals and metalloids was found to be highly adverse (As and Cr), significant (Al, Cd, Cu, Fe, and Pb), or minimal (Ni and Zn).

PMID:

23479118

EN: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23479118

3 de julio de 2014

LA MASACRE EN CELENDÍN, EL CONGAZO

Por Wilder Sánchez

Se cumplen este jueves 3 de julio dos años de la masacre perpetrada en Celendín por las fuerzas combinadas de la Policía “Nacional”, del Ejército y de Minera Yanacocha contra la población del campo y la ciudad que ese día cumplía acciones de protesta en el marco del Segundo Paro Regional Indefinido contra el megaproyecto Conga de Yanacocha, que ya llevaba 34 días.
Todo el pueblo acompañó el sepelio de las víctimas.
El 28 de julio del 2012 Ricardo Noriega Salaverry y un pequeño equipo de trabajo se constituyeron a la ciudad de Celendín y allí recogieron los testimonios de las madres, viudas y otros familiares cercanos de las cuatro víctimas mortales del Congazo. El archivo adjunto en pdf contiene los testimonios, que van acompañados de fotos, algunas de las cuales son de las víctimas mortales; va precedido del relato de los antecedentes y del contexto en el que las huestes mercenarias enviadas por el régimen minero-militar de Ollanta Humala, pagadas por Yanacocha, asesinaron con armas de largo alcance a humildes pobladores. La masacre fue tal que incluso desde los helicópteros policiales se asesinó e hirió a los celendinos. Entérese de lo que pasó ese 3 de julio leyendo íntegramente los testimonios de los familiares más cercanos de las víctimas mortales.
Este es el testimonio:

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