Fuente: La República, miércoles 02 de mayo 2007
Seguridad antiecologista
Por P. Marco Arana
La reciente denuncia de la existencia de una red de corrupción montada para filtrar información de los servicios de inteligencia a empresas privadas de seguridad es un hecho grave que atenta contra la seguridad del Estado y sus ciudadanos.
Los casos de filtración de información que se conocen tienen un objetivo: brindar información a las empresas mineras y petroleras acerca de las organizaciones ecologistas y los líderes que están protegiendo los derechos ambientales de sus poblaciones. La Ventana Indiscreta mencionó cuáles eran algunas de las empresas de seguridad comprometidas: Andrick Service y Grupo Atenea; así como las empresas mineras y petroleras que habrían estado comprando esa información: Doe Run, Xtrata y REPSOL YPF. Los primeros rostros que han aparecido son oficiales de rango medio de la Marina, aunque también se sabe que estarían involucrados oficiales de la PNP. Debe investigarse quiénes, cuánto pagan y cómo están haciendo uso de esa información las empresas que la compran.
En diciembre de 2006, La República informó sobre el operativo de espionaje "El Diablo" montado en Cajamarca contra decenas de activistas ambientales. El operativo de observación, vigilancia y seguimiento fue descubierto a su cuarto mes de funcionamiento y era realizado por una pequeña empresa de seguridad denominada C&G con sede en Lima, la que es dirigida por un ex oficial PNP que despachaba su correspondencia desde las propias instalaciones de Minera Yanacocha. Aunque C&G y FORZA han negado relaciones entre sí, la investigación periodística demostró los vínculos existentes entre ambas. Lo peculiar en el caso de Cajamarca es que Forza no solo proporciona información a Yanacocha sino que es la empresa que le brinda servicios de seguridad desde el inicio de sus operaciones. El año 2005, un programa televisivo informó que existía una "red del terror" dirigida por religiosos de Piura y Jaén opuestos a las actividades de Minera Majaz. Se citaba como fuente un documento de inteligencia de Interior. Aunque luego esa dependencia aclaró que éste no existía, lo cierto es que hay cuatro extensos documentos que tienen información sobre religiosos, cientos de líderes de rondas campesinas, partidos políticos, frentes de defensa y medios de comunicación del norte del Perú. La información comprende datos de RENIEC, SUNAT, Migraciones, PJ y PNP.
¿Podían los altos mandos de la Marina no estar enterados de esta filtración de información?, ¿de la utilización de personal y del uso de equipos a favor de empresas de seguridad?, ¿de la compra de información que están haciendo las empresas mineras y petroleras, las cuales a su vez tienen sus propios aparatos de inteligencia también conformados por ex oficiales de la Marina, el Ejército o la PNP? El relevo del personal de mediana graduación solo toca la punta del iceberg. El tema de fondo es la abdicación que hizo el Estado de su rol cautelar de la seguridad de sus ciudadanos solo para favorecer el lucrativo negocio de las empresas de seguridad y permitir los abusos de las empresas mineras y petroleras.
Los casos de filtración de información que se conocen tienen un objetivo: brindar información a las empresas mineras y petroleras acerca de las organizaciones ecologistas y los líderes que están protegiendo los derechos ambientales de sus poblaciones. La Ventana Indiscreta mencionó cuáles eran algunas de las empresas de seguridad comprometidas: Andrick Service y Grupo Atenea; así como las empresas mineras y petroleras que habrían estado comprando esa información: Doe Run, Xtrata y REPSOL YPF. Los primeros rostros que han aparecido son oficiales de rango medio de la Marina, aunque también se sabe que estarían involucrados oficiales de la PNP. Debe investigarse quiénes, cuánto pagan y cómo están haciendo uso de esa información las empresas que la compran.
En diciembre de 2006, La República informó sobre el operativo de espionaje "El Diablo" montado en Cajamarca contra decenas de activistas ambientales. El operativo de observación, vigilancia y seguimiento fue descubierto a su cuarto mes de funcionamiento y era realizado por una pequeña empresa de seguridad denominada C&G con sede en Lima, la que es dirigida por un ex oficial PNP que despachaba su correspondencia desde las propias instalaciones de Minera Yanacocha. Aunque C&G y FORZA han negado relaciones entre sí, la investigación periodística demostró los vínculos existentes entre ambas. Lo peculiar en el caso de Cajamarca es que Forza no solo proporciona información a Yanacocha sino que es la empresa que le brinda servicios de seguridad desde el inicio de sus operaciones. El año 2005, un programa televisivo informó que existía una "red del terror" dirigida por religiosos de Piura y Jaén opuestos a las actividades de Minera Majaz. Se citaba como fuente un documento de inteligencia de Interior. Aunque luego esa dependencia aclaró que éste no existía, lo cierto es que hay cuatro extensos documentos que tienen información sobre religiosos, cientos de líderes de rondas campesinas, partidos políticos, frentes de defensa y medios de comunicación del norte del Perú. La información comprende datos de RENIEC, SUNAT, Migraciones, PJ y PNP.
¿Podían los altos mandos de la Marina no estar enterados de esta filtración de información?, ¿de la utilización de personal y del uso de equipos a favor de empresas de seguridad?, ¿de la compra de información que están haciendo las empresas mineras y petroleras, las cuales a su vez tienen sus propios aparatos de inteligencia también conformados por ex oficiales de la Marina, el Ejército o la PNP? El relevo del personal de mediana graduación solo toca la punta del iceberg. El tema de fondo es la abdicación que hizo el Estado de su rol cautelar de la seguridad de sus ciudadanos solo para favorecer el lucrativo negocio de las empresas de seguridad y permitir los abusos de las empresas mineras y petroleras.
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