Amigos lectores:
Entérense por el artículo
de Angel Páez, que va a continuación, los oscuros nexos y negocios secretos de
Alejandro Toledo, Josef Maiman y Avraham (“Avi”) Dan On con las empresas
israelíes Gilat Satellite Network; Point Trading Group, subsidiaria de la
transnacional Industrias Militares de Irael (IMI), y ELTA Systems, subsidiaria
de Israel Aircraft Industries (IAI), así como qué papel jugaron los
instructores israelíes Gabriel Shai y Schlomo Eshed de los servicios secretos
(Mossad) de Israel.
También incluimos un
artículo de Rosa María Palacios.
Wilder Sánchez Sánchez
Wilder Sánchez Sánchez
8.2.2017
‘Avi’ Dan On también fue enlace en otros negocios de Toledo y Maiman en su gobierno
Agente secreto. Ex jefe de seguridad personal del ex presidente
fue sorprendido como intermediario de grandes corporaciones israelíes
vinculadas con el millonario Josef Maiman, una actuación que repitió cuando
participó en la formación de la “offshore” Ecoteva para captar parte de los
presuntos sobornos de Odebrecht.
Escribe: Ángel Páez
La descripción que hizo el representante de
la constructora Odebrecht, Jorge Barata, del papel que cumplió el israelí
Avraham “Avi” Dan On como intermediario del ex presidente Alejandro Toledo y de su amigo el
empresario Josef Maiman, se ajusta al perfil que tuvo el ex jefe de seguridad
durante el gobierno toledista. En aquella gestión, Dan On promovió empresas
privadas, especialmente de Israel, en coordinación con Toledo y Maiman.
Bajo el pretexto de la desconfianza hacia
los militares por su implicación con el gobierno corrupto de Alberto
Fujimori y Vladimiro Montesinos, Toledo le pidió a Maiman que
le recomendara a un experto en la seguridad. Maiman le ofreció a 'Avi' Dan On,
a quien no solo conocía sino que había sido su empleado. Como lo revelaron
investigaciones de La República publicadas en el gobierno toledista, Dan On
actuó como doble agente: públicamente fue el responsable de la seguridad
personal del mandatario, pero en la sombra era el facilitador de acuerdos bajo
la mesa que confabulaban Toledo y Maiman.
Ni bien consiguió la Presidencia de la
República, Toledo, Maiman y Dan On no tardaron en poner manos a la obra.
En junio del 2001, arribó a Lima el
presidente de la poderosa compañía israelí Gilat Satellite Network, Yoel Gat,
amigo tanto de Maiman como de Dan On. Yoel Gat llegó para intentar recuperar un
contrato del Ministerio de Transportes y Comunicaciones por 20 millones de
dólares para la instalación de un sistema de telefonía rural, que
le había sido arrebatada por
la estadounidense STM Wireless. Como ocurrió efectivamente, el gobierno de
Toledo despojó a STM Wireless de la concesión y se la otorgó a Gilar Satellite
Network, una empresa que estaba relacionada con el traficante de armas Moshe
Rothschild, el corrupto vendedor de los aviones de guerra MiG-29 y Sukhoi-25
durante el gobierno de Fujimori y Toledo.
Lo sabe todo
Para asegurarse de que no existiera ninguna
infiltración en el entorno de Toledo, Maiman
y Dan On y el presidente acordaron la necesidad de contar con personal de
extrema confianza que estuviera al mando del jefe de Seguridad de Palacio de
Gobierno –el propio Dan On–, y no de los oficiales de las Fuerzas Armadas ni de
la Policía Nacional. Con esa finalidad, en 2003, sin mediar concurso alguno,
Maiman y Dan On consiguieron que el gobierno toledista contratara a la empresa
israelí Point Trading Group, una subsidiaria de la transnacional Industrias
Militares de Irael (IMI), manejada a su vez por los amigos de
Yossi y Avi. Por
supuesto, el representante de Point Trading, Avner Klein, era amigo de Maiman y
Dan On.
El gerente de Seguridad de Personal de
Palacio de Gobierno, coronel EP Jorge Sánchez Olivares, y el gerente de
Seguridad de Instalaciones, coronel PNP Ricardo Benavides Ramírez, cuyos
efectivos habían sido seleccionados por Dan On para el entrenamiento
especializado, no
sabían nada del contrato con la compañía israelí.
También desconocía el contrato el jefe de
la Casa Militar, el general EP Rafael Hoyos de Vinatea. Contra viento y marea,
los instructores israelíes Gabriel Shai y Schlomo Eshed llegaron al país y
entrenaron al equipo elegido por Dan On. En adelante, si una mosca se posaba
sobre el vaso de Toledo, Maiman y Dan On lo sabrían de inmediato.
Entrevistado por La República, Dan On no
tuvo reparos en reconocer su amistad con los ex militares
israelíes.
“¿Usted es amigo de Abner Klein, el gerente
de “Point Trading”, o de Gabriel Shai y Shlomo Eshed (los adiestradores
israelíes que llegaron a Perú)?”, le preguntamos.
“Los conozco a todos a nivel profesional.
Todos estuvieron en los servicios secretos (Mossad) de Israel y están dedicados
a ese sector, es así que nos conocemos. Abner es más joven que yo, no es de mi
promoción, pero lo conozco por su profesionalismo”, los alabó.
Que Toledo estaba implicado en la
fraudulenta contratación de Point Trading lo confirmó el ex ministro del
Interior general PNP (r) Félix Murazzo, quien recibió la llamada telefónica
apremiante del ex jefe del Estado para que autorice el pago ilegal a la empresa
de sus amigos Maiman y Dan On.
La República también documentó una
flagrante intromisión de 'Avi' Dan On, direccionado otra vez por Maiman, a
favor de la poderosa corporación de telecomunicaciones Elta Systems, cuando
estaba bajo la conducción de Paul Porat, en 2004, y actual gerente de
Industrias Aeronáuticas de Israel (IAI). Porat, por supuesto, era amigo de Maiman y Dan On.
Grandes cifras
Este diario descubrió un documento suscrito
por Porat el 7 de diciembre del 2004, despachado a nombre de Dan On, pidiéndole
al jefe de seguridad de Toledo información sobre una licitación para la compra
de radares por 58 millones de dólares que había convocado la Corporación
Peruana de Aeropuertos y Aviación comercial (Córpac). Dan On, atribuyéndose
facultades que no le correspondían, entregó la propuesta de Elta Systems a
Córpac. Por si fuera poco, abogó por esta empresa ante el presidente de Córpac,
Freddy Otárola, antes que este viajara al exterior en
busca de dichos equipos.
En esa oportunidad, Dan On, quien todavía
ejercía como responsable de Toledo, confirmó
a La República su participación en la triangulación a favor de Elta
Systems.
“¿Recomendó usted ante el presidente de
Córpac, Freddy Otárola, a la empresa ELTA Systems, subsidiaria de Israel
Aircraft Industries (IAI)?”, interrogamos a Dan On.
“Me preguntaron si conocía empresas en Israel
que venden radares. Creo que fue cuando (Otárola) se iba de comisión a Alemania
a visitar una empresa. Lo que dije fue que la única que ve ese tema (los
radares) es IAI. Después me preguntaron (los de IAI): ¿Qué tipo de radares
están buscando? Yo no lo sabía, así que les pasé la pregunta (a los de Córpac),
se contactaron y conversaron”, contestó.
“Pero su tarea como consejero de seguridad
presidencial no es relacionar a empresas israelíes con
entidades estatales del Perú”, le precisamos.
“Sólo fue una consulta a nivel personal.
Como israelí conozco IAI. Es verdad, tal vez debieron consultar a la embajada”, alegó.
Ese fue siempre el perfil de 'Avi' Dan On,
empleado de Maiman y Toledo para la consumación
de negocios sospechosos. Un perfil que coincide con la descripción que hizo el ex
representante de Odebrecht en el Perú, el brasileño Jorge Barata, quien ha
confesado que el ex mandatario Toledo envió a Dan On como emisario para pedir
un soborno a cambio de la adjudicación de la Interoceánica.
LA REPÚBLICA:
http://larepublica.pe/impresa/ politica/845870-avi-dan- tambien-fue-enlace-en-otros- negocios-de-toledo-y-maimanen- su-gobierno
http://larepublica.pe/impresa/
“Para mí, son 20 millones”
Escribe: Rosa María Palacios
Alejandro Toledo debe ser uno de los políticos más
mentirosos que ha conocido la política peruana y eso, viendo a sus pares, no es
poca cosa. Se hizo desde la pobreza sobre la
base de impresionar a quien pudiera becarlo, así que tuvo la
habilidad de transformarse en lo que él adivinaba, con astucia, era lo que sus
interlocutores querían escuchar. No importaba cuántas transformaciones
biográficas tuvo a lo largo de los años, como cuántas veces murió su madre o
cuántos hermanos tuvo. Supo conmover y cuando se le
descubría la falta, la minimizaba.
Fresco como pocos, a Toledo Presidente hubo
que comprarle todo lo que usó en Palacio, como becario perpetuo, pero aun así
no parecía ladrón.
Debemos recordar con pena que Alejandro
Toledo fue la esperanza de un país que salía del letargo que causa un gobierno
autoritario y que descubría los inmensos niveles de corrupción ocultos por
años. El fujimorismo odia a Toledo porque fue su gobierno el que, desde el
pedestal de moralidad, lo arrojó al abismo político y lo hizo trizas.
Ese odio hoy se vuelve júbilo cuando se
descubre lo que estaba cantado desde que se investiga el caso Ecoteva desde el 2013: Toledo es un
Presidente corrupto. Se vendió por 20 millones de
dólares. Migajas
en comparación con la integridad de un ser humano. Al igual que Fujimori –que,
para comparar un solo delito, le “regaló 15 millones de dólares” a su ex amigo
Montesinos– ambos podrían compartir las instalaciones de la Diroes, nuestra
original “Cárcel para Presidentes”. En realidad, nada hay que celebrar, salvo
el valor purificador de la verdad y la justicia.
El caso de Toledo es curioso. Primero se
descubrió en qué se gastaba la coima y, años después, de dónde venía
exactamente. Porque la duda existía. Él era el beneficiario de una casa en
Casuarinas (como testificó el corredor), una oficina de lujo y el pago de las
hipotecas de sus casas de Camacho y Punta Sal. El dinero de Ecoteva pagó hasta
las deudas de sus tarjetas de crédito. Demasiada generosidad del amigo Maiman.
Demasiada triquiñuela con las empresas en
Costa Rica y la suegra testaferra (“heredera del holocausto”) como para no ser
evidente la sucia procedencia. Pero existía la duda sobre si era plata que se
robó de la campaña del 2011, favores en el exterior a Maiman o coima pura y
dura. Hoy se sabe, por una fuente protegida y un funcionario de la empresa
Odebrecht que él dijo: “Para mí son 20 millones”. La fiscalía le ha ubicado 11 millones de dólares en
cuentas de Maiman. Faltan
9 millones. ¿Será la comisión del amigo? No se sabe aún. Tal vez sean los
fondos en Israel que le permitan terminar su vida huyendo con comodidad de la
justicia peruana mientras que, en la cúspide de su mitomanía, grita que es
inocente y “perseguido político”. ¿De quién? ¿Del gobierno de Kuczynski?
Lo que ya se sabe es que Odebrecht no es
la única empresa que corrompió a Toledo. En la “Operación
Castillo de Arena” la
policía brasileña ubicó un documento con una cantidad, un número de cuenta y el
nombre de Toledo. Así, Camargo Correa, otra
de las constructoras brasileñas de la Interoceánica, había depositado más de
90,000 dólares en una cuenta en Londres a nombre, otra vez, del amigo Maiman.
Lo que no se puede entender es por qué se le dio tiempo a Toledo para huir si
esa información ya la tenía el fiscal Castro cuando Toledo aún estaba en el
Perú. Ahora, desde París, puede volar a Israel desde donde extraditarlo será
tan difícil como fue el intento fallido de extraditar a Fujimori desde Japón.
Hay, en este caso, una persona con
responsabilidad que pasa desapercibida. Es Eliane Karp la que
ha ayudado activamente a ocultar y gastar este dinero y es ella la que le
abrirá la puerta a un escape a Israel. Ella también debe ser procesada como
toda esposa que haya cometido actos delictivos dentro de una banda de crimen
organizado donde ocupa una posición. Si la pareja del político es la proveedora
de los testaferros ¿no merece alguna imputación penal? El caso García debe
tener en cuenta esta historia.
Tenemos al corruptor confeso, al dinero y
su ruta, lo gastado y sus testaferros. ¿Qué falta? El delincuente
prófugo que ya sabía desde el 22 de diciembre que venían por él y se daba el
lujo de bailar en Punta Sal en la noche de Año Nuevo. ¿Por qué se lo
permitieron si alertamos de esto? Nadie puede dar una explicación sensata. Lo
único que está claro es que Toledo no volverá al Perú por su propia voluntad.
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